long-hauler

El término "long-hauler" surgió a raíz de la pandemia de COVID-19, que empezó a afectar a millones de personas en todo el mundo a principios del año 2020. A medida que la enfermedad se propagaba, se empezaron a observar casos de pacientes que, a pesar de haber superado la fase aguda de la infección, continuaban experimentando síntomas durante semanas e incluso meses. Estos pacientes, que se convirtieron en lo que hoy conocemos como "long-haulers", experimentaban una variedad de síntomas persistentes, que incluían fatiga extrema, dificultad para respirar, dolores musculares, problemas cardíacos, neurológicos y cognitivos, entre otros. A pesar de haber superado la fase aguda de la enfermedad, estos síntomas seguían afectando su calidad de vida de manera significativa. El término "long-hauler" se popularizó para describir a estas personas que sufrían de síntomas persistentes de COVID-19 durante semanas, meses e incluso años después de haberse contagiado con el virus. A pesar de que inicialmente se pensaba que la enfermedad era principalmente respiratoria, se descubrió que podía afectar a múltiples órganos y sistemas del cuerpo, lo que explicaba la diversidad de síntomas que experimentaban los long-haulers. Hoy en día, los long-haulers continúan luchando contra los efectos duraderos de la COVID-19, mientras los científicos y profesionales de la salud tratan de comprender mejor esta enfermedad y encontrar tratamientos efectivos para ayudar a estos pacientes a recuperarse por completo. La identificación y reconocimiento de los long-haulers ha sido fundamental para visibilizar su situación y brindarles el apoyo y la atención que necesitan para sobrellevar esta difícil situación.