Kiki

El término Kiki, utilizado para describir reuniones sociales informales, tiene sus raíces en las comunidades LGBTQ. Se cree que esta palabra se originó en la cultura afroamericana y latina de la ciudad de Nueva York en la década de 1960. Durante este tiempo, muchas personas LGBTQ+ se enfrentaban a la discriminación y la marginalización en la sociedad. En respuesta a esto, crearon sus propios espacios seguros donde podían reunirse para compartir experiencias, apoyarse mutuamente y ser auténticos sin miedo a ser juzgados. Las kikis eran y siguen siendo una forma de escapar de la opresión y la violencia que enfrentan las personas LGBTQ+. Estas reuniones pueden incluir bailar, cantar, hablar abiertamente sobre temas personales y compartir historias de vida. Son una oportunidad para conectarse con amigos, hacer nuevos contactos y sentirse parte de una comunidad que los apoya y los entiende. A lo largo de los años, el término Kiki se ha popularizado y ha trascendido las fronteras de la comunidad LGBTQ+. Ahora se utiliza de manera más general para describir cualquier reunión social casual y divertida entre amigos, independientemente de su orientación sexual. En resumen, las kikis son mucho más que simplemente una fiesta. Son una forma de resistencia, de celebración y de solidaridad para quienes han sido marginados y discriminados. Son un recordatorio de la importancia de crear espacios seguros y acogedores donde todos puedan ser ellos mismos sin temor al juicio.