conversion therapy

La terapia de conversión, también conocida como terapia reparativa, es una práctica ampliamente desacreditada que intenta cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona. A lo largo de los años, esta práctica ha recibido críticas y condenas de organizaciones de salud mental y derechos humanos debido a su falta de base científica y al daño psicológico que puede causar en las personas sometidas a ella. El origen del término "terapia de conversión" se remonta a las primeras décadas del siglo XX, cuando la homosexualidad fue considerada una enfermedad mental por la comunidad médica y psiquiátrica. En ese momento, los tratamientos para cambiar la orientación sexual de las personas incluían terapias psicológicas, terapias de aversión e incluso procedimientos quirúrgicos. Estos métodos se basaban en la creencia errónea de que la homosexualidad era un trastorno que podía ser curado. Con el avance de la ciencia y la comprensión de la diversidad sexual, la homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad mental en la década de 1970. Sin embargo, algunas organizaciones conservadoras y religiosas continuaron promoviendo la terapia de conversión como una forma de cambiar la orientación sexual de las personas LGBTQ+. En la actualidad, la terapia de conversión ha sido prohibida en varios países y estados debido a sus efectos nocivos y al hecho de que viola los derechos humanos de las personas LGBTQ+. A pesar de esto, todavía existen terapeutas y organizaciones que practican esta forma de terapia, lo que pone en peligro la salud mental y emocional de las personas que buscan cambiar su orientación sexual o identidad de género. En conclusión, la terapia de conversión es una práctica obsoleta y dañina que busca cambiar aspectos fundamentales de la identidad de las personas LGBTQ+. Es importante seguir luchando contra esta práctica para proteger la integridad y la dignidad de todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.