Baphomet

El término Baphomet tiene sus raíces en la Edad Media, específicamente en la historia de los Caballeros Templarios. Se creía que los Caballeros Templarios adoraban a un ídolo misterioso al que llamaban Baphomet, el cual se decía que era una figura con forma humana pero con cabeza de cabra. Existen diversas teorías sobre el origen y significado de esta figura. Algunos historiadores sugieren que el término Baphomet podría ser una corrupción del término "Mahomet", en referencia al profeta Mahoma, lo cual habría sido utilizado por los enemigos de los Templarios para difamarlos. Otra teoría es que Baphomet podría derivar del término griego "baphometes", que significa "bautizador" o "sumergir en el agua", lo cual podría tener relación con prácticas de iniciación dentro de la orden. Sea cual sea su origen, el culto a Baphomet se extendió más allá de los Templarios y se incorporó en otras tradiciones ocultistas a lo largo de los siglos. En la actualidad, Baphomet es considerado por algunos como un símbolo de dualidad y equilibrio entre fuerzas opuestas, como el bien y el mal, lo masculino y lo femenino. La imagen de Baphomet como un ser con alas y cabeza de cabra se ha convertido en un símbolo icónico en la cultura popular, siendo frecuentemente asociado con la magia negra y el satanismo. Sin embargo, es importante recordar que su significado ha variado a lo largo del tiempo y que su verdadera naturaleza sigue siendo un misterio en muchas tradiciones esotéricas.